Continua jugando con el fuego en tus manos.
Eres un experto para el trato de esa fuerza natural,
pero ten cuidado que esa bola no se te caiga,
acuérdate que para aumentar la emoción te paraste sobre un rÃo de gasolina.
Magnificencia divina de tu habilidad para caminar sobre la gasolina,
eres divino, eres el elegido, pero te vas a quemar, te vas a quemar.
Arderás por tus malabares indiscretos
y tu trato despectivo hacia esa fuerza.
¡Oh! Arderás
Observa a los ojos del fuego con valor, sin temor,
sin temor de ser carbonizado por tus burdas peripecias,
confiésale al fuego de porque el extremo, porque los malabares.
La fuerza dejará de respirar para que lo encierres en tu mano
y se convertirá en cenizas, cauterizando tu herida.
Perdón.
—
El que juega con fuego se quema, por ahà dice un dicho (refrán), pero el fuego puede ser misericordioso, hay que probarlo. Si la prueba me explota arderé con placer y me retorceré con gusto, no escaparé ya que el fuego me está llamando