Enrique Bunbury – La chica triste que te hacÃa reir – El viaje a ninguna parte A
Si no te gustara tanto meterte en lÃos, si eligieras un camino asfaltado alguna vez, conservarÃas el sombrero norteño, y la chica triste que te hacia reÃr. Aunque no la quisieras, ni ella a ti, tenÃais sed, siempre a la vez, en los mismos lugares, en los bares; conservarÃas el bolsillo repleto, y la chica triste que te hacia reÃr. ³Que no me lleven al hospital. No es que desconfÃe, es que no me fÃo de la medicina occidental. Que no me lleven al hospital. ¡Si ya me encuentro mejor!² Cuanto más viejo, decÃas, mucho más libre. Menos plata que te arrebatan, y menos peso que cargar. Últimamente, vas muy ligero, sin la chica triste que te hacÃa reÃr. Siempre hay otro lugar en la frontera, siempre la esperanza queda, y quizás pueda ser mañana, que el amanecer te traiga de vuelta a la chica triste que te hacia reÃr.²Que no me lleven al hospital. No es que desconfÃe, es que no me fÃo de la medicina occidental. Que no me lleven al hospital. Ya estoy mejor. Asegúrate de que te dejen cerca de la parada, la que esté más cercana, y te aleje de la diana, y no te preocupes, por no despedirte de nadie.