Veinticuatro horas de la muerte

Veinticuatro horas de la muerte,
agonizando por tu mirada encubierta de guadañas,
esos ojos pasivos, lunáticos y frívolos;
entallando en mi mente el futuro vigente de la situación marginal.

Veinticuatro horas de la muerte,
esperando la fonética formada por tu lengua de cristal líquido
que se escabullirá entre lo más recóndito de mi cerebro;
sembrando la paz futura de la situación marginal.

Veinticuatro horas de la muerte,
varado en la posición de soltar mi pecho y gritar a tus oídos con telarañas de cerilla;
para que escuches mis pesares y decidas el camino apropiado para la situación marginal.

Veinticuatro horas de la muerte,
aguardando que me aspires por tus fosas lúgubres
y después me expulses convertido en la situación marginal.

Veinticuatro horas de la muerte,
tentando esa mano frágil para que resbale por todo mi ser
y sentir el fulgor de tu pasión por mí.
De tu llamado, de tu obsesión por el día de hoy por mí.
Hoy no eres de nadie más, eres mi guía a la situación marginal.

Comenzó como un escrito de amor y después se torno en… bueno, terminó siendo un escrito de amor pero no del amor que yo quería transmitir al principio. Creo que estoy equivocado, el amor siempre es igual, bueno eso creo.

2 thoughts on “Veinticuatro horas de la muerte

  1. Yay! puedo rayar comentarios! w0000. Me gusta el blog asi personalizado, lo de als citas H-A-I es chido!

Leave a Reply

Your email address will not be published.