Inventando el cansancio por el que me haré a un lado para después no volverme a creer lo que me diga, y asà ya no volverme a mentir con cosas que a mi lado me hacen sentir bien, sin saber que el resto se sumergió durante la caminata del malecón que alguna vez caminamos e ÃÂbamos tomados de la mano, viendo como las gaviotas se desplumaban pero no caÃan en ese momento, ellas continuaban con un aleteo desplumado hasta que azotaban donde los cangrejos se las comÃÂan rostizadas….