Sin voltear

“Si al final de cuentas hubiera podido estar con cualquiera, por qué me decidí por ti. ¿Cómo se te ocurre hacerme esa pregunta? Tan seguro estas de ti para aceptar cualquier respuesta. Entre muchas cosas que te puedo decir, sin priorizar ninguna y que ninguna sea la verdadera, podrían ser: lástima, envidia, amor, pena, miedo, inseguridad y deja mejor me calló que no quiero seguir con este listado sin sentido”. Ana se detuvo en su lectura para tomar un respiro, volteo a ver a su público de oratoria, la última vez que levanto la mirada eran 10 en este momento solo quedaban 3.

Ana tomo un respiro y continuo con la lectura del libro, “Pero quiero que sepas que en este mismo momento podría irme y dejar todo, sabes siempre he querido irme a una playa lejana y volverme pescadora…” Ana cerro el libro vio a su auditorio, vio el nombre del autor del libro, cerro los ojos, los abrio ya no habia nadie en la sala, ya no estaba en la sala, ni tenia un libro en su mano lo que su mano sostenia era una caña de pescar.

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