Sin voltear

“Si al final de cuentas hubiera podido estar con cualquiera, por qué me decidí por ti. ¿Cómo se te ocurre hacerme esa pregunta? Tan seguro estas de ti para aceptar cualquier respuesta. Entre muchas cosas que te puedo decir, sin priorizar ninguna y que ninguna sea la verdadera, podrían ser: lástima, envidia, amor, pena, miedo, inseguridad y deja mejor me calló que no quiero seguir con este listado sin sentido”. Ana se detuvo en su lectura para tomar un respiro, volteo a ver a su público de oratoria, la última vez que levanto la mirada eran 10 en este momento solo quedaban 3.

Ana tomo un respiro y continuo con la lectura del libro, “Pero quiero que sepas que en este mismo momento podría irme y dejar todo, sabes siempre he querido irme a una playa lejana y volverme pescadora…” Ana cerro el libro vio a su auditorio, vio el nombre del autor del libro, cerro los ojos, los abrio ya no habia nadie en la sala, ya no estaba en la sala, ni tenia un libro en su mano lo que su mano sostenia era una caña de pescar.

Tomás

“¡Maldito alcohol!”, fue lo que dijó Tomas cuando se le cayó su cerveza al suelo, checó sus bolsillos y se dio cuenta que no tenía dinero, sabía que no podía pedir ninguna cerveza gratis ya que no estaba en su bar, no es que el fuera dueño de un bar sino que no estaba en el bar que frecuentaba.

En ese momento Tomás se levantó y se hizo unas preguntas ¿dónde estoy? ¿Por qué no estoy en el bar que frecuento? ¿Cómo diablos llegue aquí? En ese momento Tomás no sabía en lo que se había metido, el haber tirado esa botella había propiciado una pelea campal en el bar de la cual era totalmente ajeno, siguiendo su tradición de alejarse de cualquier cosa de la que no se sintiera responsable, se levantó no se inmiscuyo en ningún problema y fue lentamente hacia la puerta. Vio las calles, los coches que pasaban, intento ver el número de los autobuses que pasaban, razono de una manera lenta pero  lógica e intento ver la calle en la que se encontraba, saber donde estaba le parecía imposible, su cerebro no podía procesar las cosas, saco su teléfono, un teléfono inteligente, no estoy seguro si era un iPhone o un Android u otras de las cosas raras que existen en este momento. Empezo a picar a darle click al teléfono y dijo, “¡no se leer!” con una voz tan profunda, fuerte y totalmente llena de verdad, era una sinceridad que pudiera haber hecho cambiar de polaridad a un bipolar. Al parecer durante su fiesta se le había olvidado leer, o a lo mejor nunca habia sabido leer, pero su grito estremeció a los arboles, unas cuantas hojas cayeron. Yo estaba cerca, y al escuchar la sinceridad humillante que salia de todos sus sentidos me hizo acercarme.

A Tomás no lo conocía nunca había platicado con él, es más nunca lo habia visto, después supe que se llamaba Tomás, o algo asi me dijerón o mejor dicho, yo nombre a esa persona con ese nombre,  me acerqué y le pregunté ¿qué pasa? Tomás me volteó a ver y solo con una mirada senti un rechazo tremendo, yo interpreté esa mirada como una que significaba pierdete, no necesito tu miserable ayuda. El rechazo no solomente fue emocional y psicológico, llego hacer físico, el teléfono de Tomás estaba en mi pecho y después en el suelo, en mi parpadeo ante la perplejidad de tanta agresividad sincera, vi a Tomás en el suelo recogiendo su teléfono en el siguiente parpadeo, este más por lo atonito que me encontraba, él estaba corriendo, alejandose de mi, en un momento pense que lo conocía pero no por ese nombre que me había inventado o me habían dicho, sabía que lo habia visto, pero no se en donde.

Cuentan que camino y camino hasta llegar a otro lugar que no conocía se volvio a sentar y pidió una cerveza, pero ya tenía dinero en sus bolsillos, no sabemos si habrá pasado a un cajero o lo habrá encontrado tirado, pero su cerveza estaba en la mesa, la tomo con mucha fuerza, se le quedo viendo, leyo la marca, si al parecer recordo que sabía leer o simulaba muy bien, serán los dibujos, no lo sé. Le dijo al mesero que no quería esa que quería otra el mesero no le hizo caso, Tomás se la tomo dos, tres, cuatro tragos, no me supieron decir bien, se levantó, salio , saco su teléfono dijo que no sabía leer, lloró unos minutos y volvió a caminar.

al final nunca pregunté

Escribiendo canciones en un papel de estraza que al parecer por el momento no tiene fin. Hay manías o historias que no se deben de comprender, tienes que dejarte llevar para poder escribir, después pensar, pero, por qué, no, no, no….olvídalo, continuaré ahora un poco mas lento escribiendo sobre el papel.

La tinta que utilizaré sera negra, aunque es posible que vaya intercalando colores para enmarcar un énfasis, no, no, no, pero, por qué, no, no , no…. olvídalo, creo que al final lo escribiré todo en negro, ese color tan sombrío como elegante.

Mientras escribo, voy a intentar leerla en voz alta, para que así mi voz se quede grabado en el papel y cuando lo leas, estas palabras escritas tendrán un sonido, un sonido familiar que hará que tus oídos se estremezcan y retumben tus tímpanos y para el tiempo que tu cerebro procese lo leído y escuchado, ni una lágrima por favor, los ojos ya los usaste. Esboza una sonrisa que hará trabajar una cantidad enorme de tus músculos faciales y después de eso, ríe con fuerzas que al final del papel, me he dibujado riendo, ríe conmigo.

 

Pragmacuasipoetico

– Salir a caminar siempre es por la razón de ir a algún sitio, nadie sale a caminar sin ningún lugar a donde ir, porque el caminar fue aprendido como un modo de transporte

– No estoy de acuerdo, yo salgo a caminar sin ningún destino en concreto, ver los arboles, animales, plantas, aire, todo lo que pueda percibir por mis 5, 6 o 7 sentidos. Lo importante no es a donde vas si no el camino que recorres.

– Pamplinas el objetivo es llegar lo más rápido posible a tu fin, no dar vueltas y perder el tiempo con tantas nimiedades, escucha lo que estas diciendo, hazme caso.

– ¡Negativo! tu vicio hacia la vida y la costumbre que abruma hace que todos tus sentidos se ofusquen, tómate esta botella conmigo, no sera tan espiritual como las que bebes sin parar casi todos los días en la que dejas caer con ayuda de la ¡oh! gran fuerza de gravedad en un banco de madera que se encuentra carcomido por termitas.

– Únicamente camina derecho, por favor, vamos, ven, tienes que llegar, nos van a ver raro, mira ya estoy sudando, apúrate y anda

 

* El bebe nunca le hizo caso al Papá……..

cocinando storytellings…

no pretendo espantar a nadie, fueron las primeras palabras que dijo Arturo mientras afilaba su chuchillo

-Eso es todo
-Si, por el momento estoy empezando la historia y creo que va por buen camino
-Pero solo tienes una linea
-Siempre dicen que lo que importa no es como empieza si no como termina
-Cuanto tiempo dices que llevas con esa línea
-Unas 8 semanas pero no te preocupes en mi cabeza hay muchas ideas de seguro hoy me tomo un vasito de vodka y me pongo a escribir

Alicia observaba la escultura como si la tratara de domar, se mantenia totalmente estática y con la mirada fija

-Puff fue una noche sobresaliente, no se me hubiera ocurrido nunca escribir algo así, que bueno que me tome el vasito de vodka
-La verdad no lo entiendo, tienes que explicar quien es Arturo y Alicia

Arturo es una persona de 23 años, que viste pantalón de mezclilla, tenis y una camisa blanca

-¿Eso es todo? Pretendes que pueda imaginarme a Arturo despúes de esta descripción
-No sé que es lo difícil es un tipo normal, como tu o como yo
-Si es un tipo normal como tu o como yo por qué me interesaria leerlo

las ultimas palabras que salieron de su boca no eran las que todo el mundo pensaría que fuera a decir ante tal situación

-Lo vas a matar
-No, no creo, Arturo no tiene porque morir, tengo que encontrar una situación donde pueda escribir esto sin matarlo

Se cruzaron por accidente por la avenida principal de la ciudad, no hubo ninguna mirada de cordialidad

-Piensas ambientarlo en una ciudad ficticia
-Si creo que si, asi tengo más control sobre los lugares, me volveria un arquitecto
-Mejor situalo en un lugar conocido asi te puedes familiarizar más

Los tres jarrones chinos que reflejaban todo lo que estaba acontenciendo decidieron romperse

-¿Situaciones Paranormales? en qué momento planteaste que la novela tendría algo parecido
-No se, me imagino la escena y no la puedo quitar de la mente
-Debes de encontrar algo para que encaje bien

Salto una barda con una altura de un metro y medio como si fuera un gran gimnasta. Las personas que lo seguian la pasaron de una manera menos estética

-Estas seguro que quieres a este personaje. No le da ninguna relevancia a la historia
-Si, estoy seguro que al final le encontraré una buena solución
-Pero no puedes crear personajes asi nada mas y después esperar a ver que pasa

Alicia es rubia, alta, con cuerpo de spaghetti. Modelo y fotógrafa profesional

-Para matizar que Alicia es fotógrafa profesional, la pondras en una exposición
-No, creo que seria muy aburrida y no aporta nada a la historia, solo pondre varias fotos en su departamento.
-Entonces vas a quitar al gimnasta porque no aporta nada a la historia
-No, quiero escribir a ese personaje

Gaviotas

Inventando el cansancio por el que me haré a un lado para después no volverme a creer lo que me diga, y así ya no volverme a mentir con cosas que a mi lado me hacen sentir bien, sin saber que el resto se sumergió durante la caminata del malecón que alguna vez caminamos e í­bamos tomados de la mano, viendo como las gaviotas se desplumaban pero no caían en ese momento, ellas continuaban con un aleteo desplumado hasta que azotaban donde los cangrejos se las comí­an rostizadas….